“Tras dos años de pandemia, el regreso a la presencialidad nos permitió consolidar los avances en materia institucional y proyectarnos hacia el futuro con resolución y confianza.

La acreditación de Nivel Avanzado obtenida en 2021 ha ratificado un camino de desarrollo institucional pertinente, que ha implicado un trabajo responsable, centrado en la calidad y el mejoramiento continuo. Gracias a este esfuerzo, hoy contamos con una institución consolidada, que ha tenido un impacto positivo en el desarrollo del país, a través de la formación de miles de jóvenes profesionales.

El consecuente ingreso de la UST a la política de gratuidad, da cuenta también de la solvencia de nuestra institución y constituye un soporte esencial para fortalecer la igualdad de oportunidades en el acceso a la universidad. En 2022, el 48% de nuestros estudiantes fue beneficiado con la gratuidad, lo que indudablemente fue un gran apoyo para su continuidad en la educación superior.

Asimismo, la pandemia nos demostró que somos una institución capaz de reaccionar y adaptarse a imprevistos y situaciones críticas, poniendo a disposición de nuestra comunidad los apoyos y recursos necesarios para enfrentar esta contingencia. No hay duda de que supimos navegar en un escenario adverso con eficiencia y efectividad.  En este contexto de crisis, también hemos sabido aprovechar los aprendizajes y oportunidades que surgieron con la incorporación de nuevas plataformas y avances tecnológicos de diversa magnitud y relevancia, con los que hoy potenciamos el quehacer universitario.

El año 2022 no fue también un período fácil, ya que el esperado regreso a la presencialidad trajo asociadas nuevas exigencias y situaciones de estrés surgidas del confinamiento, al acostumbrarnos a la comunicación remota y a la virtualidad. Nuevamente supimos actuar con la flexibilidad necesaria y aplicar una serie de medidas de apoyo que nos permitieron volver a las clases presenciales y al desarrollo normal de las actividades prácticas.

En este escenario, seguimos adelante con nuestro Plan Estratégico Institucional 2019-2023, tomando en consideración también los nuevos criterios y estándares de la CNA para el próximo proceso de acreditación.

En el ámbito académico, se avanzó en el diseño de diversos ajustes al Modelo de Formación, para lograr, entre otros aspectos, una mayor integración de la vinculación con el medio y de la metodología de Aprendizaje + Servicio (A+S) en el proceso educativo de las personas estudiantes. La incorporación de espacios de virtualidad en programas vespertinos y el avance hacia una oferta de magísteres semipresenciales, es otra de las adecuaciones en las que hemos estado trabajando y queremos potenciar en el futuro. Por otra parte, al finalizar el año, el 60% de los planes de estudio ha implementado el primer hito del Marco de Evaluación de Competencias (MEC) del perfil de egreso, mecanismo de medición progresiva de competencias genéricas y disciplinarias, orientado al fortalecimiento de la formación de pregrado.

La aplicación de un Sistema Interno de Aseguramiento de la Calidad, el seguimiento oportuno y metódico de indicadores de progresión, y los mecanismos de apoyo que hemos puesto a disposición de nuestros estudiantes han contribuido a una mejora constante de hitos clave en el proceso de enseñanza – aprendizaje. Una prueba de ello es que mantenemos buenos indicadores de retención bruta, que en 2021 llegó al 82,7%. Sin embargo, tenemos un gran trabajo por delante para seguir mejorando los niveles de retención, titulación y empleabilidad, como resultado de una experiencia educativa atractiva, pertinente y que le permita a cada estudiante completar una trayectoria efectiva”.

Claudia Peirano R.
Rectora Nacional Universidad Santo Tomás.

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